En la mayor parte de los casos, el diagnóstico es clínico. Esto significa, que se obtiene la información a través de una evaluación en profundidad de los síntomas y de los factores que los condicionan. Sin embargo, en algunos
casos, pueden ser necesarios estudios complementarios.
El más habitual es la polisomnografía o prueba del sueño, un estudio en el que se miden diversos parámetros mientras la persona duerme.
También podrían ser necesarias otras pruebas, como analíticas o evaluaciones de la función respiratoria, si se sospecha la influencia de alteraciones médicass.
En Tranquilamente realizamos una evaluación sistemática de las posibles causas físicas del insomnio, revisando estudios y pruebas que se hayan realizado en el pasado y, en caso de que fuera preciso, recomendando valoración por otros especialistas para completar el estudio.