Rocío Barreras Elosúa

Para mi la terapia es un encuentro genuino con la persona, donde a través de una relación de empatía podrá entrar en contacto con sus luces y sus sombras, teniendo como base el abrirse a la experiencia subjetiva del paciente. Respetando su vivencia y su sentir, estando presentes y conectados en el aquí y ahora de la sesión.
Para ello, considero imprescindible una actitud de no juicio, basándose la terapia en un estado de apertura al otro. De esta forma, la teoría no ensombrece la vivencia de la persona, sino que nos sirve como un mapa que puede dar luz durante el proceso.
Será la propia persona la que marque la dirección, el ritmo al que necesita ir, y los lugares que decide o no transitar.
En definitiva, el individuo es libre de elegir lo que necesita en cada momento, siendo dueño de sus experiencias y aprendizajes que van dando forma a su crecimiento personal.